domingo, 17 de junio de 2012

Comentario del libro El hombre en busca de sentido


Este libro relata la historia de Viktor Frankl, nacido en Viena en una familia de origen judío. Desde joven, siendo un estudiante universitario y envuelto en organizaciones juveniles socialistas, Frankl empezó a interesarse en la psicología. Estudió medicina en la Universidad de Viena y se especializó en neurología y psiquiatría. En diciembre de 1941 contrajo matrimonio con Tilly Grosser. En otoño de 1942, junto a su esposa y a sus padres, fue deportado al campo de concentración de Theresienstadt. En 1944 fue trasladado a Auschwitz y posteriormente a Kaufering y Türkheim, dos campos de concentración dependientes del de Dachau. Fue liberado el 27 de abril de 1945 por el ejército norteamericano. Viktor Frankl sobrevivió al Holocausto, pero tanto su esposa como sus padres fallecieron en los campos de concentración.
Tras su liberación, regresó a Viena. En 1945 escribió su famoso libro El hombre en busca de sentido, donde describe la vida del prisionero de un campo de concentración desde la perspectiva de un psiquiatra. En esta obra expone que, incluso en las condiciones más extremas de deshumanización y sufrimiento, el hombre puede encontrar una razón para vivir, basada en su dimensión espiritual. Esta reflexión le sirvió para confirmar y terminar de desarrollar la Logoterapia, considerada la Tercera Escuela Vienesa de Psicología, después del Psicoanálisis de Freud y de la Psicología individual de Adler. Falleció el 2 de septiembre de 1997, en Viena.
El libro se basa en relatar, a partir de la experiencia propia del autor, desde un punto de vista psicológico, sus vivencias al ser embarcado en uno de los tantos trenes con rumbo a los campos de concentración. Nos muestra cómo se van generando cambios en las actitudes de la gente que lo acompañaba, cómo empiezan a perder la esperanza, cómo se aferran a la religión y la existencia de un Dios que los llevaría al paraíso y les devolvería su antigua vida. También nos relata la actitud de los capos ante tal situación, desde aquellos que maltrataban por placer, hasta los que lo hacían por obligación y en contra de su voluntad. Gracias a sus estudios en psicología, Viktor Frankl realiza un análisis psicológico de los judíos, nos muestra que su falta de esperanza los ayuda a encontrar la belleza en cosa que antes consideraban irrelevantes y de poca importancia, como por ejemplo, un atardecer. 

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